Lo primero es tener un bote de cristal del tamaño del alimento, porque si sobra espacio no funcionará.
Una vez cocinado, y aún muy caliente, meteremos el alimento en el bote de cristal y lo rellenaremos hasta arriba sin dejar ni un poco de espacio, esto es muy importante, debe estar hasta que casi se desborde.
Seguidamente lo cerramos y lo pondremos al revés, de esta manera lo dejamos hasta que esté completamente frío. Y ya está conservado al vacío!!
Esto es debido a que el alimento caliente acaba con el poco aire que hay dentro del bote, ya que al rellenarlo hasta arriba del todo, no dejamos espacio para éste.